miércoles, 25 de noviembre de 2020

Chips de yuca con sal y curry

La yuca, también llamada mandioca, es un tubérculo muy conocido y usado en América, donde es un alimento básico, desde hace miles de años. En el resto del mundo también se consume aunque en Europa su uso es más reciente gracias a la globalización.  

La yuca se usa como la patata o la batata, pero a diferencia de éstas es muy rica en almidón y es más pobre en proteínas y grasas. Esta raíz tiene un alto contenido calórico. Al final del post os dejo un enlace con sus propiedades.

No debe consumirse cruda porque puede ser muy tóxica según la variedad.

La yuca dulce, que es la que llega a nuestros mercados, tiene la toxicidad en la corteza y ésta no es comestible así que no da ningún problema debidamente pelada. Se limpia fácilmente con un simple pelador doméstico o con un cuchillo. Puede prepararse, hervida, en guisos, etc., y frita como la hemos hecho hoy.  

Lo primero que hay que hacer es pelar bien la yuca eliminando por completo la piel oscura. Las puntas de los extremos se desechan. Si la vamos a cocer, se corta longitudinalmente y se extrae la parte del centro que suele ser más fibrosa. Si es para hacer chips no es necesario cortarla en dos ni quitar el centro.

Como curiosidad deciros que del extracto líquido se obtenía el almidón para planchar la ropa.





Ingredientes
1 yuca
Aceite de oliva suave
Para el aderezo
1 cucharada de sal
1 cucharada de curry en polvo
1/2 cucharada de pimienta negra recién molida
 

Elaboración:

Pelar muy bien la yuca, eliminando por completo la piel. Se hace fácilmente con un cuchillo pelador, igual que haríamos con una patata. Las puntas de los extremos se desechan.

Una vez pelada lavar y secar bien.  

Con el mismo pelador o cuchillo hacer láminas finas.

Poner a calentar abundante aceite en un cazo o sartén y cuando esté bien caliente ir echando puñados de tiras por tandas sin que se amontonen para que se frían por igual y así queden crujientes. Se cocinan muy rápidamente así que cuando estén doradas las tiras debemos retirarlas a una bandeja sobre la que habremos colocado un papel absorbente.

Para sazonarlas una vez en el plato de servir espolvorear por encima de las chips la mezcla de sal, curry y pimienta..




Propiedades de la yuca:

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Crema de chirivía y puerro con semillas de girasol

Estamos en otoño y ya apetecen las reconfortantes cremas tibias o calientes.
Para nosotros las cremas son una opción apetecible en cualquier época del año y en el blog tenemos un buen surtido de ellas donde elegir, al final del post os dejamos algunos enlaces.  

Para variar nuestras cremas nos gusta encontrar nuevas fórmulas que nos permitan sorprender a nuestro paladar y en esa búsqueda hemos redescubierto un ingrediente muy interesante, la chirivía.

La chirivía es una raíz de sabor terroso, un poco anisado y algo picante. Debemos reconocerle y valorar que calmó el hambre antes de la llegada de la patata desde América y ocupaba su lugar preferente en las cocinas del Viejo Mundo. Tiene muchas propiedades y beneficios para la salud, que podéis consultar también en el primer enlace al final del post.

No es que fuera una desconocida en nuestra cocina, que va, en casa siempre ha estado presente en nuestros caldos, lo que ocurre es que no la acostumbrábamos a cocinar de ninguna otra forma que no fuera hervida.

Al utilizarla más estos días hemos constatado que también es muy sabrosa cocinada a la plancha, en wok, al horno o frita al igual que otras hortalizas como el nabo, la zanahoria, etc., y además por su textura cremosa puede sustituir perfectamente a la patata en guisos, cremas y otras muchas preparaciones.

El resto de ingredientes de esta crema complementan muy bien su sabor y el plato en conjunto ofrece una alternativa sencilla y muy interesante para nuestro día a día.




Ingredientes
3 chirivías medianas
1 puerro, la parte blanca
1 patata pequeña (opcional)
1 cebolleta
1 rodaja de jengibre
1 litro de caldo de verduras Aneto Natural o casero
Aceite de oliva virgen extra
Sal 
Pimienta negra recién molida

Para adornar:
Semillas de girasol (o las que prefiráis)
Cebollino fresco o seco


Elaboración:

Preparamos todos los ingredientes.

Pelamos, lavamos y picamos las chirivías, la cebolleta, el puerro y la patata que se pone para espesar un poco más la crema. Cuanto más pequeños sean los trozos antes se cocerán.  Cortamos una rodaja de jengibre que dejaremos entera para retirarla antes de triturar.

En la misma olla donde vayamos a cocer la preparación, ponemos primero un poco de aceite y sofreímos las hortalizas picadas, junto con el jengibre, con un poco de sal.  

Pasados unos minutos cuando se vean ya un poco cocinadas, añadimos el caldo. Si el caldo no lleva sal tenemos que añadir un poco más en este momento y probar.

Llevamos a ebullición y dejamos cocer hasta que la chirivía esté tierna, aproximadamente 20 minutos.

Retiramos la rodaja de jengibre y trituramos hasta conseguir una crema sedosa y agradable. La textura final se puede aclarar con un poco de agua.

Rectificamos de sal y pimienta y servimos agregando al plato las semillas de girasol, el cebollino y un chorrito de aceite.

  

Enlaces relacionados:

Otras cremas de este blog:

etc. etc.

Este enlace os llevará a la sección de Sopas y Cremas de este blog:

jueves, 12 de noviembre de 2020

Macarrones a la Amatriciana

El origen de esta receta se sitúa en un pueblo llamado Amatrice, perteneciente a la provincia de Rieti en la región italiana del Lacio.

En primer lugar aclarar que la salsa Amatriciana que hemos preparado tiene un  par de diferencias en los ingredientes respecto a la tradicional, por la dificultad de encontrarlos en nuestro país.

Veréis que hemos puesto en la relación de ingredientes, los usados por nosotros y al lado  los  que deberían ser según la receta original. 

El primer cambio es el Guanciale, una panceta italiana muy difícil de encontrar aquí. La hemos sustituido por una panceta curada, kilómetro cero, de nuestra zona. 

El segundo cambio es el queso Pecorino que hemos cambiado por uno de oveja curado

Generalmente los italianos usan una pasta determinada con cada salsa y en este caso habitualmente utilizan espaguetis, aunque en realidad utilizan la pasta que tienen disponible o como nosotros, la que más les apetezca en el momento ;-) 

Buscando con tiempo, en Barcelona puedes encontrar "casi" cualquier cosa así que prometemos preparar en otra ocasión los auténticos espaguetis a la Amatriciana con su Guanciale, Pecorino, etc. etc. . 

NOTA: Esta receta se publicó la primera vez con un error (en el texto faltaba un ingrediente, la cebolla) que ya ha sido corregido, si la recibisteis por correo no la tengáis en cuenta, ESTA ES LA CORRECTA.

 


Ingredientes: 

NOTA: En primer lugar de la línea los que hemos usado y a su lado los de la receta original

400 gr. de macarrones -o-  Espaguetis 
100 gr. de panceta curada  -o- Guanciale
300 gr. tomate triturado -o- Pequeños tomates enteros
1 Cebolleta
50 ml. de vino blanco 
Aceite de oliva
100 gr. de queso de oveja curado rallado -o- Queso Pecorino 
1 guindilla
Sal
Pimienta negra recién molida
 


Elaboración:

Poner un olla con agua a calentar.

Mientras tanto retiramos la corteza de la panceta y cortamos las lonchas en tiras. 

En una sartén doramos la panceta o el Guanciale a fuego medio. Cuando empiece a dorar añadir la cebolla cortada y pochar todo junto. A continuación agregar el vino, la pimienta y la guindilla, cocinar a fuego bajo durante unos minutos hasta que evapore el vino y esté todo dorado.

Incorporamos el tomate triturado y sofreímos bien, si es necesario agregar un poco más de aceite. Cocinar a fuego medio hasta que esté espeso y con el color de frito. 

Cuando esté casi listo el sofrito es el momento de añadir la pasta al agua hirviendo que tenemos en la olla, con una cucharada de sal. Cocerla el tiempo que marque el fabricante para que quede al dente (no muy hecha).

Cuando esté cocida la pasta, sacarla de la olla con una rasera o escurridor, sin tirar el agua de cocción y echarla  directamente en la sartén sobre la salsa, agregar un par de cucharadas del agua 
de cocción y una parte del queso rallado, mezclar todo y dejar cocinar 2 minutos hasta que se consuma el agua. 

Servir recién hechos y agregar queso rallado por encima cuando estén en el plato.



Enlaces relacionados:

FUENTE ORIGINAL DE LA RECETA:

jueves, 5 de noviembre de 2020

Falafel

El reto de Cooking The Chef este mes nos lleva a la época de la dominación musulmana en la península Ibérica, comprendida entre los años 711 y 1492, concretamente a recetas sobre la gastronomía de AL-ANDALUS.   

Los árabes hicieron una aportación muy importante a la cultura gastronómica de aquellos tiempos, mejorando las técnicas de cultivo e introduciendo nuevos productos.

Somos muy fans de sus preparaciones e ingredientes, sobre todo según mi gusto, del montón de especias que enriquecieron nuestros platos y que usamos habitualmente en nuestra cocina. Hemos aprovechado este evento para preparar uno de sus platos más conocidos, el delicioso Falafel.

Esta elaboración tan popular es además de sencilla de realizar, muy sana. Su ingrediente principal es la legumbre cruda, normalmente los garbanzos aunque también se preparaba con habas secas.

El garbanzo hidratado adquiere una textura esponjosa por dentro y crujiente por fuera que nos ha sorprendido agradablemente. 

Es típico acompañarlos con una Salsa de yogurt cuya receta podéis encontrar también en el blog. 


Ingredientes para 25 unidades 

300 gr. de garbanzos secos 
1 cebolla mediana 
1 diente de ajo
1/2 manojo cilantro fresco o más, al gusto
Perejil fresco
Sal  
Pimienta negra molida  
100 gr. de harina de garbanzos
5 gr. de levadura química
1 cucharada de comino molido
Aceite para freír 
Salsa de yogur para acompañar
Nota: La cantidad de ajo y de hierbas aromáticas, según vuestro paladar ;-)



Elaboración: 

Poner los garbanzos secos en remojo 24 horas antes de hacer la receta. 

Escurrir los garbanzos una vez hidratados, introducir en el robot de cocina o una batidora potente junto con el ajo, la cebolla, las hojas de cilantro, el perejil y el comino molido. Triturar.

Una vez triturado, añadir la harina de garbanzos, reservando un par de cucharadas,  y la levadura química. Salpimentar al gusto. Triturar de nuevo hasta obtener una mezcla homogénea. Pasar la mezcla a un recipiente y dejar reposar en la nevera durante 30 minutos. 

Formar bolitas del tamaño de una albóndiga, aplastarlas un poco y colocarlas sobre una fuente previamente espolvoreada con la harina reservada, para que no se peguen. 

En un cazo hondo calentar abundante aceite. Freír las bolas a fuego medio-alto sumergiéndolas unos minutos para que se doren por toda la superficie y se cocinen por dentro. 

Colocar sobre papel absorbente una vez fritas y después servir acompañadas de salsa de yogurt. 



Para ver las propuestas de todos los compañer@s de reto pinchad aquí