sábado, 26 de marzo de 2022

Risoto al limón con berros de agua y toque caribeño de lima

Este risotto está inspirado en una receta de pasta al limón, concretamente los Tagliatelli al limón y albahaca que publicamos hace un tiempo en el blog. 

A diferencia de la pasta, el arroz requiere de una mayor atención y cuidado, pero realmente el tratamiento de los otros ingredientes no cambia.

La clave del éxito del risotto es que el arroz quede entero y cremoso, creemos que no hay risotto más desagradable que el que queda roto o pastoso y eso sólo se evita controlando el líquido y usando el tipo de arroz apropiado, Carnaroli, Arborio , etc., ambos de grano redondo muy absorbente que resiste bien la cocción permaneciendo entero. 

Para medir la sal en los arroces la regla de oro según la mayoría de chefs es ponerla al principio de la cocción, durante y al final. Siempre teniendo en cuenta los ingredientes que lo acompañen, en este caso el  queso curado ya contiene sal así que hay que tenerlo en cuenta.

El resultado es un risotto muy sabroso. Al final podemos terminarlo coronando el plato con un Crujiente de queso cuya receta podéis encontrar también en el blog.
 


Ingredientes para 4 personas
400 gr. de arroz Carnaroli o Arborio
1,5  litros de caldo vegetal, al punto de sal 
(las medidas suelen ser 3 de caldo x 1 de arroz pero calculamos un poco más por si hay que añadir)
3 chalotas pequeñas
1 puerro, sólo la parte blanca
Aceite de oliva virgen extra
1/2 vaso de vino blanco
El zumo de 1/2 limón 
2 limas (bien limpias, usaremos sólo la ralladura)
40 gr. de Manchego curado, recién rallado 
20 gr. de mantequilla
Azafrán
Sal y pimienta negra recién molida
Berros de agua al gusto
Guindilla roja fresca (opcional)


Elaboración:

En un cazo ponemos a calentar el caldo que debe tener ya su punto óptimo de sal.

Mientras tanto pelamos las chalotas y el puerro previamente lavado. Troceamos todo bien pequeño.

Exprimimos el medio limón y reservamos. Lavamos muy bien las limas.

En una cazuela antiadherente ponemos aceite de oliva, cuando esté caliente agregamos la chalota con un poco de sal y cuando empiece a dorar añadimos el puerro y azafrán al gusto (una cucharadita de café es suficiente).Opcionalmente si os gusta un punto picante se puede poner una guindilla fresca junto con la chalota. Dejamos que se cocine todo ello.

Controlamos que el caldo esté bien caliente. Necesitaremos aproximadamente 3 medidas de caldo por una de arroz y algo más de caldo si lo necesita al final.

Cuando el sofrito esté casi listo incorporamos el arroz, removemos bien y dejamos cocinar unos momentos hasta que se vea un poco transparente, entonces añadimos el vino y dejamos evaporar. Agregamos una pizca de sal sobre el arroz.

A continuación una vez evaporado el vino, vertemos dos cazos de caldo caliente sobre el arroz y removemos, dejamos que lo absorba casi por completo, removiendo de vez en cuando y repetimos la operación tantas veces como sea necesario para que el arroz se vaya cocinando lentamente a fuego suave mientras absorbe el líquido.


Cuando el arroz se vea ya casi cocinado pero aún con un punto blanco en el centro del grano y le quede algo de caldo es el momento de añadir el zumo de limón y la mantequilla, remover hasta que se integre e incorporar el queso rallado volviendo a remover hasta que se mezcle bien consiguiendo así que el arroz quede cremoso y con todo el sabor.

Se sirve inmediatamente y lo terminaremos en el plato, esparciendo unos cuanto berros de agua y rallando un poco de piel de lima para el toque caribeño. Podemos adornarlo con un crujiente de queso


Otras recetas de risotto que podéis ver en el blog:



miércoles, 23 de marzo de 2022

1.000.000 de visitas!!


Después de nueve años y cuatro meses (en noviembre nuestro blog cumplirá 10 años) y más de 600 publicaciones, de las cuales más de 500 son recetas, hoy nos sentimos muy satisfechos al haber superado el millón de visitas!!

Cuando empezamos nunca imaginamos que esta aventura duraría tanto, ni llegaría a tener estas dimensiones. 

Como tantos blogs el objetivo inicial era recopilar recetas y tenerlas "archivadas" y ordenadas. 

Este trayecto culinario nos ha llevado sin embargo a mucho más de lo esperado. 

Conectar con personas del entorno gastronómico, personal y virtualmente, tanto en Ferias, Eventos como en redes sociales ha sido y esperemos que siga siendo muy enriquecedor.

Querer aprender siempre cosas nuevas, es una de las normas básicas que nos mueve y nos define a la hora de elaborar recetas en nuestra cocina y por supuesto disfrutar del resultado. 

Nuestro blog es absolutamente altruista y no obtiene beneficio económico. Algunas empresas que valoran el nivel de vuestra atención al blog nos hacen partícipes ocasionalmente de sus novedades y nosotros correspondemos publicando alguna receta y dando nuestra opinión, siempre que el producto lo merezca. 

En definitiva el blog se alimenta de vuestras visitas y es por eso que las apreciamos tanto y nos empujan a continuar.  

Por todo ello os repetimos el millón de gracias y esperamos merecer el seguir formando parte de vuestro interés.  

Salud!!!! 🥂


lunes, 21 de marzo de 2022

Crujiente de queso, parmesano o manchego

Los crujientes de queso son relativamente recientes en la gastronomía, pero se han convertido en un elemento muy usado para dar contraste de texturas y sabor en diversos platos y también porque pueden adquirir múltiples formas.

Pueden cocinarse con distintas técnicas, la más simple y práctica a nuestro entender es con la sartén. También es muy útil hacerlos en el horno, es el caso de las piruletas a las que se añade un palito y se sirven de aperitivo. Otro día les dedicaremos un post.

Este crujiente es una preparación sencilla que nos puede dar mucho juego en cantidad de platos.  

Las formas por supuesto son al gusto del consumidor, en este caso fue una teja con forma curvada para decorar nuestro Risotto al limón con berros de agua y toque caribeño de lima.

En esta ocasión hemos utilizado un queso manchego curado, pero se puede usar cualquier queso de vuestro gusto, que funda bien, tipo Parmesamo, Grana Padano, Emmental , etc. 

 
 

Ingredientes y utensilios para esta teja

Queso curado, parmesano, manchego o cualquiera a vuestro gusto
Sartén antiadherente
Rodillo redondo, o vaso, botella etc. para enfriar la teja y darle forma
 


Elaboración:

Rallar el queso con un rallador fino.

Tener preparado el objeto sobre el que colocaremos la teja caliente y tierna para que tome su forma.

Calentar la sartén y agregar el queso rallado esparciéndolo y procurando que no quede compacto para que se vean los agujeros cuando se tueste.

Cocinar a fuego medio hasta que el queso empiece a dorarse por los extremos. Apagar el fuego. Separar de la sartén con un tenedor o espátula, empezando por un lado y con cuidado de que no se rompa la teja porque en ese momento está caliente y tierna.


Trasladar y colocar  la teja sobre el rodillo u objeto elegido (vaso, botella, etc.) y esperar que se enfríe para que se ponga crujiente.
  



sábado, 12 de marzo de 2022

Canelones de pasta de empanadilla rellenos de salteado de setas, al horno

Una de las masas más versátiles que conocemos son las obleas de empanadilla. Son fáciles de doblar y cerrar, se les puede dar muchas formas y admiten gran cantidad de rellenos diferentes. Si son de calidad contrastada son resistentes, no se rompen con facilidad y se manipulan a nivel del disfrute de vuestra imaginación.

Su consistencia nos permite cocinarlas de distintas formas, quedan bien tanto fritas y crujientes, como suaves al vapor  o doraditas al horno, que es ca opción elegida en la elaboración  de esta receta.

El relleno que hemos escogido, un mix de setas y vegetales, contribuye a que el conjunto resulte muy ligero y sano, ideal para mantener las grasas a raya.

Por el tipo de farsa que llevan en esta ocasión un simple doblado sobre sí mismas permite que se cocinen en pocos minutos y obtener unos canelones muy jugosos sin que se salga el contenido. 

Al final del post podéis encontrar distintas opciones de doblado y relleno de obleas de empanadilla publicadas en el blog.



Ingredientes
1 paquete de obleas grandes (16 uds.)
1 cebolleta tierna
1 puerro (solo lo blanco) 
4 ó 5 ajos tiernos (o 2 dientes de ajo si no es temporada)
250/300 gr. de setas de cultivo (Girgola en este caso)
1 bote de setas en conserva (170 gr. escurridas)
Sal
Aceite de oliva suave para freír
1 huevo (para pintar la masa)


Elaboración:

En primer lugar precalentamos el horno a 180 grados.

A continuación limpiamos y troceamos finamente los ajos tiernos, el puerro y la cebolleta.

Ponemos una sartén a calentar y agregamos un poco de aceite, añadimos las verduras troceadas y un poco de sal, dejamos pochar unos minutos hasta que se vean transparentes.

Mientras tanto cortamos las setas en dados pequeños y cuando la verdura esté al punto las añadimos con una pizca de sal y pimienta recién molida. Dejamos cocinar el conjunto hasta que se vea dorado. Apagamos el fuego y dejamos templar.

Batimos un huevo y dejamos reservado para pintar las obleas cuando corresponda.

Es el momento de abrir el paquete de obleas (no antes para que no se sequen). Las vamos colocando  sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado o una lámina de silicona y ponemos el relleno formando una línea gruesa en el centro de cada una y llegando hasta los extremos. Doblamos los dos lados hacia el centro.

Cuando las tengamos todas en la bandeja, mojamos la brocha con el huevo batido y las pintamos.


Introducimos en el horno precalentado y las tenemos unos 10 o 15 minutos, hasta que se doren ligeramente.

Se sirven calientes aunque también están estupendas templadas o frías,
 


Algunas ideas publicadas en el blog relacionadas con el post de hoy:

Recetas con obleas:

Recetas con setas:

sábado, 5 de marzo de 2022

Ensalada de rúcula, queso fresco, anchoas y mandarina con vinagreta francesa

El arte de combinar los sabores es la clave para conseguir un bocado exquisito y eso a veces es mucho más sencillo de lo que imaginamos. 

Las ensaladas en ocasiones nos sirven para despejar la nevera de esos restos deliciosos que no nos dan para un plato individualmente pero que juntos forman un sabroso entrante. Hoy pensamos que nos ha quedado una ensalada elegante y con ingredientes sencillos que la hacen fácil de improvisar. 

Lo único de temporada es la mandarina que puede sustituirse por otro cítrico como la naranja, el pomelo, etc.

La vinagreta francesa para nosotros es el complemento perfecto, le da su toque personal de sabor, pero también puede sustituirse por cualquier otra o una vinagreta simple de aceite y vinagre.

Para más ideas sobre vinagretas publicadas en el blog podéis clicar aquí .

  

Ingredientes (cantidades al gusto)
Rúcula
Queso freso 
Anchoas
Mandarinas
Aceitunas negras 
Vinagreta francesa (o la que prefiráis)

Ingredientes para la vinagreta francesa
1/2 cucharadita de sal
1 cucharada de vinagre de jerez o de vino tinto
1/2 chalota pequeña, pelada y picada (aproximadamente 1 cucharada)
1 cucharadita de mostaza de Dijon
3 a 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra 
Hierbas frescas, cebollino, cilantro o la que se prefiera
Mezclar todo hasta que se ligue (emulsionar)


Elaboración:

Pelar las mandarinas y cortarlas por la mitad a lo ancho. Desgranar una de las mitades.

Cortar el queso fresco en dados. Escurrir las anchoas y reservar.

Preparar la vinagreta mezclando todos los ingredientes arriba descritos hasta que se integren.

En un bol o fuente para ensalada colocamos la rúcula como base y vamos agregando el resto de ingredientes decorando a nuestro gusto. Terminamos con una cucharada de vinagreta para mezclar en el último momento.


Podéis acceder al índice de recetas para ver algunas, o en este enlace podéis encontrar todas las ensaladas publicadas en el blog, una tras otra: http://jugandoconlacocina.blogspot.com/search/label/Ensaladas