domingo, 18 de septiembre de 2022

Calamares a la romana (Receta familiar)

La denominación popular 'a la romana' se refiere a la técnica de cocinado, el rebozado. Pasar el alimento por harina, después por huevo batido y freír en aceite ya caliente a unos 180º. Antes de popularizarse el nombre de esta técnica, se cree que el origen retrocede al siglo XVI. Los jesuitas portugueses llegaron a Japón para evangelizar, enseñaron además cómo rebozar el pescado que comían en tiempo de Cuaresma ( 'tempora ad quadragesimae, en latín). De aquí surgió la 'tempura' y parece que los calamares así cocinados, por ese origen del latín, se denominan 'a la romana'.

Probablemente la forma de preparar mi receta no sea la más ortodoxa, pero mi madre los hacía mezclando en un solo recipiente los ingredientes, una fórmula rápida y efectiva, quedan bien ricos y no da pereza ponerse a prepararlos. 

He leído por la red diversas opciones, desde la más sencilla que es pasar el calamar por harina, luego por huevo y a freír, sin más, hasta las más complicadas o profesionales, batiendo con varillas eléctricas los huevos, añadiendo otros ingredientes, leche, especias, etc., pero creo que complican demasiado el proceso y no me han convencido.

Se han convertido en un aperitivo o entrante clásico y muy  demandado en nuestros bares y restaurantes.




Ingredientes para 2 raciones
 1 calamar grande o 2  medianos  
1 huevo tamaño L
150 gr. de harina de trigo 
Sal 
5 gr. levadura química 
Agua (la que sea necesaria) 
Aceite de oliva para freír
Opcional, rodajas de limón
 

Elaboración: 

Limpiar bien los calamares quitando todo el interior. Retirar la piel y cortar los tubos en rodajas. Las aletas y tentáculos los reservaremos para otras elaboraciones.

En un bol ponemos la harina, batimos el huevo y lo agregamos, añadimos la sal, la levadura y mezclamos todo con un tenedor. Agregaremos agua poco a poco y seguiremos mezclando con una varilla hasta obtener una textura de crema ligera. 

Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén o cazo, tiene que estar muy caliente pero sin humear.  

Añadimos al bol los aros de calamar para que se impregnen de la mezcla.

Cuando el aceite esté bien caliente, sacamos los aros del bol y los echamos a la sartén. Es importante freír los calamares por tandas para que el aceite no se enfríe. 

Los cocinamos hasta que adquieran un color dorado. Cuando estén listos los sacamos y ponemos en una fuente previamente cubierta con papel de cocina, para que escurran el exceso de grasa.. Servir mientras estén calientes ya que pierden muy rápido la textura crujiente.


2 comentarios:

  1. ¡Hola Concha, parece que el calor se está olvidando de nosotros!
    Soy una entusiasta del pescado, y de los calamares qué te voy a contar. Los que tu nos traes se ven de lo más tentador, de empezar y no querer parar.🙂😋
    Feliz semana. Bstes.😘

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