Una rebanada de pan crujiente es una base perfecta que admite muchos ingredientes, esta en especial solo tiene una elaboración, la fritada de pimientos, requiere un poco de tiempo, pero sinceramente merece la pena para no renunciar a ese fantástico contraste de sabores. Algo sencillo que se convierte en un exquisito bocado con el que siempre quedarás bien.
Pan (tipo payés)
Atún en aceite
Anchoas (opcional)
Aceitunas rellenas
Pimientos verdes
Pimientos rojos
Pimientos amarillos
Ajo (opcional)
Sal
Aceite de oliva virgen
Comenzaremos con la fritada de pimientos. Lavamos los pimientos, quitamos las semillas y los cortamos en tiras, sazonamos y ponemos a freír en una sartén con aceite de oliva, hasta que estén blandos. Una vez fritos escurrimos el exceso de aceite y reservamos.
Tomamos una rebanada de pan, ancha, tipo payés, la tostamos ligeramente y le frotamos muy suavemente el ajo, esto es opcional pero le da un toque muy rico al resultado final. Después ponemos unas gotas de aceite virgen sobre el pan y los pimientos reservados hasta cubrirlo completamente. A continuación colocamos el atún, las olivas y las anchoas. Listos para disfrutar.
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