Albóndigas de soja texturizada con salsa de tomate

La soja es una legumbre muy versátil, sana y con múltiples beneficios para la salud. 

Se puede trabajar de muchas formas y existen un buen número de derivados que hacen muy fácil consumirla,  como por ejemplo las salsas de soja, bebida de soja, y muchos productos elaborados a partir de ella como el tofu, etc.

La soja texturizada no contiene aditivos químicos, ni colorantes y es 100% natural. Es un ingrediente nuevo en nuestra cocina, no la habíamos usado hasta esta ocasión pero como nos gusta  aprovechar todos los recursos gastronómicos a nuestro alcance hemos buscado en la red una receta que nos apeteciera para iniciar esta nueva experiencia y reducir de paso la cantidad de carnes en nuestra dieta. No es necesario ser vegano o vegetariano para disfrutar de estas alternativas y enriquecer así la variedad de nuestra alimentación.

En general es una preparación fácil y de sabor muy agradable bien condimentada, ya que admite todo tipo de especias. En cuanto a la textura, a nosotros nos gusta que sea compacta y conseguir eso pensamos que es el talón de Aquiles de estas albóndigas. 

Si no tienes problemas en consumir huevos te aconsejamos que añadas alguno a la masa, nosotros no lo hicimos porque queríamos probar a hacerlas veganas. Si no pones huevo hay que ir jugando con la harina de garbanzo y el pan rallado hasta adaptarlas al gusto. 

Ha sido una buena experiencia que seguro repetiremos.

 ⠀

Ingredientes

Para la masa:  

120 gr. de soja texturizada fina (Mercadona)

4 cdas. de pan rallado a las finas hierbas

1 cdta. de sal 

Especias al gusto, yo puse 1 cdta. de cada de:

Pimienta negra molida

Ajo en polvo

Orégano seco

Tandoori masala

Ras el hanout

Jengibre en polvo

Para el sofrito:

Aceite de oliva para freír

Salsa de tomate frito casera o de bote

1/2 puerro (sólo lo blanco)

1 cebolleta tierna, incluido el tallo verde

2 dientes de ajo

1 guindilla roja 

 

Para el rebozado:

Harina de garbanzo o harina de trigo

Elaboración:

Hidratamos la soja texturizada cubriéndola de agua, unos 20 minutos aprox. 

Una vez bien escurrida, con las manos o con un paño, la mezclamos en un bol con las especias al gusto (orégano, pimienta negra, jengibre en polvo, tandoori, ras el hanout, ajo en polvo, etc.).

Trituramos todo en un procesador, que no quede excesivamente fino. Volcamos de nuevo al bol y añadimos el pan rallado y un poco de harina de garbanzo, hasta que tenga consistencia para formar bolas que no se deshagan.

Dejamos reposar en la nevera unos minutos.

Formamos bolas que pasamos por harina de trigo o de garbanzos. Las freímos en la sartén con un poco de aceite. 

Las retiramos a un plato y reservamos.

En la misma sartén que hemos frito las albóndigas preparamos la salsa. Añadimos un poco más de aceite de oliva y ponemos el ajo laminado, la guindilla roja en aros, sin semillas, el puerro cortado fino y la cebolleta en daditos pequeños. Sofreímos todo hasta que esté bien pochado, añadimos la salsa de tomate frito y dejamos cocinar un momento. 

Agregamos las albóndigas y cocinamos unos minutos hasta que se impregnen de la salsa.

Servir y a disfrutarlas.