Conejo a los "100" ajos

 

Ingredientes sencillos que hacen excelente esta receta de conejo

Esta es una receta popular cuyo origen posiblemente se remonta a la época grecoromana y que sigue cocinándose en muchos lugares, sobretodo en la cuenca mediterránea. 

Nosotros nos hemos inpirado en una versión televisiva de los Hermanos Torres. El título puede llevar a confusión ya que el número de ajos es una exageración muy extendida en muchas recetas en las que la cantidad de ajo es importante.

Pero lo cierto es que si preparáis esta receta, el ajo es la gracia de este plato junto con la salsa. Os sorprenderá lo bien que acompañan a la deliciosa y magra carne de conejo. 

Una salsa que lleva unos ingredientes sencillos que se fusionan maravillosamente. Los dientes de ajo con su camisa que son la perfecta guarnición, suavemente confitados en el guiso; las hierbas aromáticas, en este caso tomillo y romero; las tiras de cáscaras cítricas y sus zumos, el aceite con los sabores del conejo, y el sublime vino rancio que recoge y combina todos los elementos...

Aparte del deleite de este plato, las propiedades nutricionales de todos los ingredientes son en extremo beneficiosas para nuestra salud. No se puede pedir más a una receta! 

Ingredientes

1/2 conejo troceado (500 gr. aprox.)

1 cabeza de ajos (Más o menos, al gusto)

Tomillo en rama

Romero en rama 

100 ml de vino rancio

El zumo de ½ limón

El zumo de ½ naranja

2 ó tres peladuras de la naranja y lo mismo del limón

2 guindillas cayenas

Aceite de oliva virgen

Sal

Pimienta

Elaboración:

Desgranar la cabeza de ajos, darle un golpe con el lado del cuchillo a cada diente, sin quitarles la piel. (Esta forma de cocinarlos se llama "en camisa"). Reservarlos.

Salpimentar el conejo. En una cazuela o sartén poner el aceite a calentar, cubriendo la base. Una vez caliente, incorporar el conejo y cuando empiece a dorar agregar los ajos "en camisa", el tomillo, el romero, las guindillas y las tiras de piel de los cítricos. Dejar que se cocine todo hasta que el conejo esté bien

dorado por ambos lados. 

  

A continuación verter el zumo del medio limón, de la media naranja y el vino rancio. Tapar para integrar sabores y que no se evaporen los líquidos. Dejar reposar cinco minutos.

Emplatar al gusto y servir bien caliente. La salsa merece una buena rebanada de pan.