Ensaladas sencillas y sobretodo sabrosas: Un reto que no es difícil si usamos contraste de sabores y buenos aliños.
Esta ensalada de estilo griego es un entrante perfecto para una comida ligera, saludable y nutritiva.
El queso Feta y las olivas Kalamata le aportan la potencia de sabor necesaria con lo que necesita muy poca sal. Un aliño a base de un buen aceite de oliva virgen extra, con un toque de orégano y zumo de limón para suavizar el conjunto. Estos contrastes de sabor son muy agradables al paladar.
También podéis encontrar en el blog la receta de otra ensalada griega, la Horiátiki o ensalada del pueblo , que resulta deliciosa.
Ingredientes
1 bolsa de brotes tiernos de ensalada
1 puñado de rúcula
100 gr. de queso feta
Aceitunas Kalamata al gusto
Orégano seco
Sal y pimienta (una pizca para los brotes)
Aceite de oliva virgen extra
Zumo de limón, unas gotas
Elaboración:
Primero prepararemos el aliño, que es la clave que une el contraste de sabores, mezclando en un vaso aceite de oliva virgen extra, unas gotas de zumo de limón y una cucharada de orégano seco.
Montaremos la ensalada en una fuente o en un plato individual, colocando los brotes de ensalada y la rúcula primero, echamos una pizca de sal y pimienta. Agregamos la mitad el aliño que tenemos preparado, mezclamos.
A continuación añadimos el queso feta cortado a dados y las aceitunas Kalamata. Terminamos de aliñar, mezclamos todo y servimos.
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