Calabaza asada y calabizo, un tándem único
Es una gran suerte que la evolución de la economia global nos permita disponer de calabazas todo el año. Seguro que esto junto con la difusión de recetas en los medios de comunicación y redes sociales han propiciado el conocimiento de su gran versatilidad culinaria y sus importantes propiedades beneficiosas para la salud.
El resultado ha sido una clara recuperación y un notable crecimiento en el consumo de este producto en nuestro país, tanto en fresco como en gama de los procesados. El año pasado descubrimos Calabizo, un delicioso embutido a base de calabaza que evoca un chorizo vegetal que incorpora también cebolla, AOVE, pimentón, ajo, sal y orégano, tiene un perfil de sabor ahumado 100% vegano. Ya lo hemos usado en un par de recetas, como aderezo en una ensalada templada de 'Calabaza con Calabizo' y como guarnición en el aperitivo 'Crema ligera de parmentier'.
Salvo cuando tenemos invitados o familia en casa, cocinamos casi siempre para dos y la freidora de aire (acortamos con el más conocido 'airfryer') ha venido recientemente para quedarse, consume poco aceite, control de la temperatura fácil, es rápida y limpia, etc; ideal para pequeños volumenes de cocción. Hemos preparado con ella unos Garbanzos especiados, y tambièn Pollo que podéis ver en este blog.
Ahora le toca a una deliciosa crema saludable y digestiva, con estas dos texturas, la de una calabaza violín y como aderezo la del 'chorizo vegano' Calabizo.
Ambos se complementan armoniosamente, la suavidad cremosa de la calabaza violín realza el toque especiado del Calabizo.
Y por último, mencionar que esta receta puede prepararse igualmente al horno, y aunque nosotros la hemos preparado vegana, con un buen chorizo clásico también combina muy bien.
1 calabaza
1 puerro (solo lo blanco)
1 diente de ajo
Aceite de oliva virgen extra
Agua o caldo vegetal suave
Sal
Pimienta negra recién molida
Para el topping:
Calabizo picado
(o chorizo si se prefiere para los no veganos)
Elaboración:
Precalentamos la freidora de aire a 180 ºC durante un par de minutos.
Lavamos la calabaza y la cortamos a lo largo, en dos partes, quitamos las semillas con una cuchara y la volvemos a cortar cada mitad en rodajas o medias lunas de unos dos centímetros aprox., no quitamos la piel ahora porque es más fácil retirarla piel está asada.
Colocaremos las rodajas en la bandeja de la airfryer sin amontonar. Salpimentamos y ponemos un poco de aceite de oliva con un spray o pintándolas con una brocha.
Dejamos que se asen las rodajas durante 20 minutos a 180 ºC
Mientras tanto, pelamos y cortamos el puerro y el diente de ajo.
Cuando falten 3 o 4 minutos para que la calabaza esté lista, ponemos a calentar aceite de oliva en una olla y sofreímos ligeramente el puerro y el ajo cortados, removiendo para que no se queme.
Sacar la calabaza de la airfryer cuando esté bien dorada. Si es necesario se deja más tiempo. Colocar las rodajas en un plato y con un cuchillo o una cuchara retirar la piel y cortar la calabaza en dados no muy grandes. Agregarlos a la olla con el puerro sofrito, cubrir con caldo vegetal suave y llevar a ebullición unos 10-15 minutos para que se integren los sabores.
Triturar bien. Rectificar la textura al gusto si fuera necesario, añadiendo más caldo. Dejarla al punto de sal y pimienta.
Servir caliente colocando por encima el picadillo de calabizo. Terminar con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra.






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