jueves, 31 de octubre de 2019

Curry indio de gambas

Este ligero curry de gambas se elabora en unos minutos ya que el ingrediente principal, la gamba, tiene una cocción muy breve. El resultado es un plato lleno de matices y contrastes que llenan el paladar de sabor.

Esta receta de curry es muy sencilla de elaborar, lleva pocos ingredientes que combinan muy bien y consiguen que el plato no sea nada pesado, ideal como entrante y perfecto para acompañarlo con un arroz basmati.  

La receta es creación nuestra y nos hemos tomado la licencia de usar aceite de oliva virgen extra en lugar del tradicional ghee o mantequilla clarificada que usan en la India.

La cocina oriental me fascina, sus sabores especiados me enamoran y el uso que hace de los  vegetales favorece unos platos sanos, con pocas grasas saturadas y muy sabrosos. 

Hay distintos tipos de preparaciones de curry, pueden ser en polvo o pasta; mi preferido para esta elaboración es el curry rojo en pasta.

Hace pocos días publiqué mi primer Pan Naan Indio que sirvió para acompañarlo y en la última foto os enseño el menú que elaboré ese día.




Ingredientes para 2 raciones

16 uds. de colas de gamba peladas y limpias de tripa
250 ml. de leche de coco 
1 cebolleta china 
1 cucharada sopera de pasta de curry rojo (picante o suave, al gusto)
Bolas de pimienta de Jamaica (o normal) al gusto
Aceite de oliva virgen extra (se puede usar ghee para cocinar las gambas)
Cilantro
Sal

Elaboración:

En una sartén con una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen extra sofreiremos la cebolleta china cortada en aros, aprovechando incluso la parte verde, junto con la pimienta en grano. 


Cuando la cebolleta esté un poco transparente, agregamos la pasta de curry rojo, removemos y añadimos las gambas ligeramente saladas, dejaremos cocinar brevemente y ponemos el cilantro finamente picado. 
                               
A continuación incorporamos la leche de coco, removemos bien hasta que llegue a ebullición sin dejar de remover. En cuanto empiece a hervir apagamos ya el fuego y dejamos reposar un momento antes de servir. 



sábado, 26 de octubre de 2019

Pan Naan Indio en sartén - (INDIAN NAAN BREAD) de Anna Olson

Este es mi primer intento para hacer el típico pan Naan indio, un pan sencillo de elaborar, ligero, que acompaña muy bien cualquier comida y además no necesita horno, se cocina en una sartén. 

Para un novato en el tema es una muy buena experiencia, el sabor y la textura quedan muy buenos y el formato pues ya veis en las fotos, en mi caso ha sido bastante irregular, unos han quedado más gorditos y con miga y otros más huecos, aunque intenté hacerlos de 6 mm. de grosor como indica la receta; cuando estuvieron en la sartén unos crecieron más que otros, pero todos quedaron cocinados. 

Es una manera muy fácil de hacer pan en casa y relativamente rápida, no necesita apenas amasado y lo que más tardará es la hora de tiempo que necesita para fermentar el levado.

Próximamente volveré a prepararlos y esta vez les pondré aliños y rellenos, pero eso será otro día.

Según he leído en la web India Mágica , este pan se puede congelar una vez cocinado y cuando lo vayáis a usar descongelarlo en la tostadora, recupera el aspecto de recién hecho.  También se puede congelar la masa en porciones antes de la cocción. 

Esta receta la descubrí cuando preparaba el reto de Cooking The Chef  del mes de junio en el que preparamos platos de Anna Olson y aunque el primer elegido fue el Cous Cous con queso feta y kalamatas me la guardé  y hoy le ha tocado salir a la luz para acompañar mi Curry Indio de Gambas  que podéis encontrar también en el blog.




Ingredientes

180 ml de agua caliente
125 ml de yogur cremoso tipo griego (yo uso desnatado o skyr)
2 cucharadas de aceite vegetal (yo usé el de oliva virgen)
8 gr de levadura de panadería seca
375 gr de harina normal
½ cucharadita de sal
Mantequilla fundida para pintar los panes
 Sal para terminar por encima


Elaboración:

Para comenzar, en un bol, ponemos el agua, el yogur, la levadura, 2 tazas de la harina (reservamos el resto), la sal y el aceite.

Formamos una bola de masa y la trabajamos. Vamos integrando en ella la harina restante. Pasamos la masa al mármol o encimera y estiramos, giramos y doblamos la masa durante 3 minutos. La dejamos reposar durante 1 hora para que suba.

Pasado el tiempo, dividimos la masa en 6 porciones y las estiramos con un rodillo, hasta que tenga unos 20-22 cm de diámetro y unos 6 mm de grosor.

Cocinamos los panes en una sartén sin aceite ni mantequilla durante 90 segundos por cada lado.

Pintamos con mantequilla los naan y espolvoreamos encima un poco de sal marina.

Servimos.









sábado, 19 de octubre de 2019

Ramen completo con naruto, estilo Tampopo

Conocéis la película Tampopo? Si no es así y os gusta el ramen, no podéis perderosla!  Este film japonés del año 85 básicamente gira en torno al afán de una joven llamada Tampopo por conseguir el mejor ramen en su diminuto restaurante..... no cuento más, como poco creo que os parecerá original y entrañable.

No es el primer ramen que publico, el primero fue el Ramen light de pavo y en esta ocasión he querido reproducir un ramen más completo con su Narutomaki incluido. La receta del Narutomaki la publiqué hace pocos días y la encontraréis en el blog.


El ramen es un plato de origen chino que se popularizó en Japón en la década de los 50, tras la II guerra mundial y hoy en día se ha extendido por todo el planeta. Su base es un caldo sustancioso, reconfortante y sabroso. A este caldo se le suman los fideos y se añaden ingredientes como carnes, pescados o vegetales, huevo, etc., consiguiendo así un plato único muy nutritivo. 


Cada casa y cada chef se toma muy en serio la preparación de este caldo que es el sello distintivo del ramen, por supuesto con su toque personal.


Con la globalización la cocina oriental ha pasado a ser una opción más dentro de nuestra gastronomía, ya no es difícil encontrar los ingredientes adecuados para preparar un buen ramen con sabores auténticos, pero también es cierto que hay tantas posibilidades a la hora de elaborarlo que siguiendo la regla de hacer un buen caldo de fondo y unos fideos, le puedes añadir un sinfín de combinaciones. Por ejemplo a mi me encanta el ramen de curry y tofu.


Al final del post os dejo unos enlaces por si queréis saber más sobre este tema, orígenes y curiosidades. 






Ingredientes:

para 2 raciones generosas

1 litro de caldo (de pollo etc.)  
2 nidos de Fideos chinos 
Setas Shitake frescas
Setas Shitake secas
 4 filetes finos de solomillo o lomo de cerdo
2 huevos medianos
1 manojo de cebolletas chinas
1 pak choi  (tipo de col china)
Salsa de soja baja en sal
1 cda. de pasta de miso roja
1 trozo de jengibre
Alga Nori (para decorar)
Alga kombu


Elaboración:

Para elaborar el ramen hemos de tener primero preparados los ingredientes:

El caldo de pollo lo tendremos ya hecho igual que el Narutomaki (ver receta en el blog) y las setas secas remojadas desde al menos 1/2 hora antes.

Cocer los huevos durante unos 10 minutos (al gusto). Enfriar, pelar y reservar.

Mientras se calienta el caldo limpiamos y cortamos la cebolleta en rodajitas, aprovechando todo, incluido lo verde.

 El Pak Choi lo lavamos y separamos las hojas sin trocearlas. Las setas frescas las limpiamos y dejamos enteras si no son muy grandes. La rodaja de jengibre la pelamos y reservamos.

Cuando el caldo esté caliente agregamos un trozo (2x2 cms. aprox.) de alga kombu, la rodaja de jengibre, las hojas de Pak Choi, las setas remojadas bien escurridas, las setas frescas.

Al llegar a ebullición retirar el alga Kombu y la rodaja de jengibre y dejar 5 minutos a fuego suave, cuando transcurran apagar el fuego, añadir la cucharada de pasta de miso, remover hasta que se disuelva y agregar la soja. Remover y dejar reposar 1 minuto.

Con una rasera pasar a un plato las setas y el Pak Choi y agregar los fideos al caldo. Dejar cocer 5 minutos o lo que indique el fabricante.

Mientras cuecen los fideos, pasar el cerdo por una plancha muy caliente, vuelta y vuelta para que esté jugoso. Reservar.

Montamos el bol de ramen:

Con unas pinzas o palillos pescamos una porción de fideos y la colocamos en el bol. Vamos poniendo junto a los fideos, las setas, la cebolleta fresca que teniamos reservada, dos trozos de cerdo, rodajas de narutomaki al gusto y el huevo cocido abierto por la mitad. Incorporamos un cazo de caldo teniendo cuidado de no mezclar los ingredientes y adornamos con un trozo de alga Nori.

Se comen sorbiendo para respetar la tradición ;-) 








Si queréis saber más sobre la cultura del ramen, recomiendo leer este entretenido articulo del Comidista

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2015/03/20/articulo/1426831200_142683.html

Otros enlaces de interés sobre el tema:

https://es.wikipedia.org/wiki/Ramen

https://www.directoalpaladar.com/cultura-gastronomica/que-es-el-ramen-y-por-que-se-ha-hecho-tan-popular

La película Tampopo la podéis encontrar en youtube, este es uno de los enlaces que la exhiben y aunque es en versión original subtitulada en inglés la calidad es buena.

https://www.youtube.com/watch?v=re2YDu0iP5A&t=481s


viernes, 11 de octubre de 2019

Narutomaki

Seguro que como yo much@s de vosotr@s se ha preguntado alguna vez qué es ese disco de color blanco y espiral rosa que flota en algunos bols de ramen, pues ahora mismo os lo aclaro.

Es Narutomaki, el nombre japonés de este ingrediente, se elabora a partir de una pasta de pescado al vapor y su nombre se debe a los remolinos de Naruto que se producen en el mar cerca de la ciudad japonesa del mismo nombre,  Naruto. Es una variante del kamaboko y el Kamaboko son esos troncos que están hechos de pasta de pescado y a los que se añaden hierbas, etc. Por compararlo con algo conocido diríamos que es una especie de surimi.

Si sois aficionados al manga japonés lo habréis visto en sus dibujos en muchas ocasiones.

El proceso es sencillo, solo exige un poco de paciencia y tranquilidad a la hora de enrollarlo presionando sobre  la esterilla.

Este ingrediente lo veréis dentro del Ramen de cerdo que publicaré en breve.





Ingredientes:
 400 gr. de pescado blanco (merluza en mi caso)  sin piel ni espinas  
2 cucharadas rasas de harina de trigo
2 cucharadas rasas de Maizena 
La clara de un huevo mediano 
 ½ cucharadita de sal
1 cucharada de Mirin (opcional)
Colorante alimentario rosa, aunque yo usé una gota del rojo de la casa Vahiné que se encuentra en cualquier super.


Elaboración:

Necesitaremos el pescado limpio de pieles y espinas. Lo lavamos bien, lo escurrimos y secamos con papel absorbente para eliminar excesos de humedad. Troceamos y ponemos en un robot de cocina.

Añadimos la harina, la maizena, la sal, la clara de huevo y el mirin. Trituramos bien hasta tener una pasta.

Separamos un tercio de esta pasta de pescado y le añadimos una pizca de colorante. Reservamos el resto.

Como no tenía más que el colorante rojo (Vahiné) que se encuentra en cualquier supermercado, fue el que utilicé pero si lo podéis conseguir usar uno rosa. Mejor llevar guantes para mezclar bien la pasta con el colorante y si no, podéis meter la pasta en una bolsa de plástico y amasarla dentro de ella.

Amasamos bien hasta conseguir que el color quede lo más uniforme posible.

Para estirar bien la pasta usaremos una esterilla de bambú forrada con papel film para que no se quede la pasta entre las rejillas. 

Estiramos primero la pasta blanca y a continuación colocamos la pasta rosa sobre la parte central y la vamos estirando también. Como se ve en la foto, sin llegar a bordes de la blanca.

Enrollamos las pastas de pescado estiradas hasta obtener un rollo compacto. Lo cortaremos en dos trozos para que nos quepan en la vaporera.

Envolvemos los rollos en papel film y retorcemos bien los extremos como si fuesen caramelos, prensando bien al rodar sobre la superficie de trabajo. Los cocinamos al vapor durante unos 45 o 50 minutos y los dejamos enfriar. Una vez fríos ya podemos cortarlos en rodajas.






Esta receta está basada en la de:
https://www.elespanol.com/cocinillas/recetas/pescado-y-marisco/20161115/hacer-narutomaki-casero-pelis-anime/1000683981596_30.html

sábado, 5 de octubre de 2019

Coca de forner de Jordi Morera

Después del verano y aunque algunos días aún hace calor ya volvemos a encender el horno, esta vez para recrear una  receta original de Jordi Morera, la Coca de forner, descrita en su libro "Avui faràs pa" (Hoy harás pan) y nos atrevemos con ella gracias al reto de Cooking The Chef.

Jordi Morera es una persona apasionada por la cultura del Pan, ecológico y artesanal, pertenece a una familia panadera de cinco generaciones, propietarios entre otras de la panadería artesana L'Espiga D'or en Vilanova y la Geltrú (Barcelona).  Ha recibido entre otros muchos el premio Panadero Mundial 2017. 

Esta coca me trae muy buenos recuerdos de infancia, cuando íbamos a la panadería y como no me entusiasma mucho el dulce mi madre me compraba una porción de esta coca para merendar, crujiente y ligeramente dulce por fuera y con el contraste de sabor a pan por dentro. Me encantaba. 

La Coca de forner, típica del levante mediterráneo es de cocción rápida y a elevada temperatura. Se hacía en los hornos de leña de las panaderías como primera cocción del día para asentar, atemperar y humedecer los hornos.

Una de las grandes ventajas de esta coca, aparte de no ser complicada de elaborar es que en 10-15 minutos está horneada y en poco tiempo se enfría quedando lista para consumir.

Confieso que cuando propusieron en el reto a un panadero me puse un poco nerviosa, porque el tema masas me da muchísimo respeto, nunca he preparado masa madre ni nada que requiera largos amasados. Toda mi experiencia en panes proviene básicamente de la Thermomix.  

Gracias a su libro descubrí como hacer esta maravilla de elaboración que se ajusta perfectamente a mis escasas habilidades en el tema y he terminado satisfecha con el resultado.




Ingredientes para 2 cocas
500 gr. de harina de trigo panificable (yo usé de fuerza)
10 gr. de sal
10 gr. de levadura fresca 
220 gr. de agua
100 gr. de aceite de oliva 
Complementos para la superficie de la coca
Piñones
Azúcar
Anís


Elaboración, tal y como indica la receta original en el libro:

En un bol grande, ponemos primero los sólidos.  Comenzar con la harina y desmenuzar encima la levadura fresca. Agregar la sal una vez bien mezclada la levadura con la harina. Remover suavemente.

Ahora añadimos los líquidos, el aceite y el agua, reservando 20 ml. de la misma. Amasamos dentro del bol homogéneamente, mejor con una sola mano para tener libre la otra y poder sujetar el bol, etc., tardaremos 1 minuto aprox. en mezclar.

Dejamos reposar dentro del bol durante 15 minutos tapando la masa con un trapo (primer reposo).

Después del reposo añadimos el agua reservada, mezclamos y colocamos la masa sobre el mármol de la cocina, la trabajamos estirándola y haciendo diversos pliegues sobre ella misma procurando airearla al máximo. 1 minuto aprox. o hasta que no se pegue.

Dejamos reposar de nuevo 15 minutos en el bol tapada con el trapo (segundo reposo)

Pasado el tiempo volcamos de nuevo en el mármol y repetimos el amasado.

Dejar reposar otros 15 minutos como las veces anteriores (tercer reposo).

Después de estos tres reposos y amasados veremos que la textura se ha suavizado pasando de "fango" a "chiclet".

Volcar al mármol, dividir la masa en dos porciones de unos 420 gr. aprox. Bolear ligeramente.

Dejaremos las bolas tapadas con un trapo, fermentando en un lugar cálido de la cocina hasta que doblen el volumen. (En mi caso las dejé 75 minutos, pero es orientativo)

Pasado este tiempo ponerlas sobre el mármol, pintarlas con aceite de oliva suavemente con la mano o un pincel, clavar las puntas de los dedos sin miedo en cada bola creando pequeñas montañitas pero sin acabar de desgasificar la masa. Estirar los extremos de la bola formando un óvalo alargado que dejaremos sobre la bandeja ligeramente enharinada. (Usé papel de horno y la harina encima)

A continuación extenderemos sobre ellas un buen chorro de aceite de oliva y un puñadito de azúcar por encima. Añadir los piñones previamente remojados para que no se quemen.

Cocer en el horno previamente precalentado durante unos 10-12 minutos a la temperatura máxima. (250º en la mayoría de los hornos, aunque el mío no la alcanza).

Sabremos que la coca está a punto cuando veamos que el azúcar superficial se ha caramelizado.

Nada más sacarlas del horno, sin dejar que se enfríen, rociar con un poco de anís dulce por encima, el alcohol se evaporará y quedará el sabor del licor.

Resumen de pasos:





Para ver las propuestas de mis compañer@s de reto, pinchar aquí