jueves, 20 de junio de 2024

Mojito frutal con piña y mango

Os imagináis un mojito convertido en ensalada de frutas? Para disfrutar este verano!

 
Para celebrar la entrada en el verano nos apetece brindar con un buen mojito frutal. Tenemos publicado en el blog uno extraordinario que siempre triunfa en las reuniones veraniegas, el Mojito fruit salad al estilo del chef  Jamie Oliver.  
Esta variación incorpora solo piña y mango ya que a la sandía le falta aún un punto de dulzor.

Antes de mezclar el ron podemos reservar  una parte para los niños y tendremos también una deliciosa macedonia tropical.

 
Ingredientes para 6 raciones
Hojas de menta fresca
El jugo de 1 lima y 1 limón y su piel finamente rallada
Lima en rodajas para decorar, opcional
2 cucharadas de azúcar moreno
1 vasito de ron, al gusto (en este caso hemos usado Ron Negrita)
2 mangos maduros
1 piña madura



Elaboración:

Dejar la fruta entera en la nevera como mínimo 2 horas antes de hacer la ensalada, para que esté fresca.

Limpiar, pelar y trocear piña y mango en dados. Reservar.

Rallar la piel de la lima y el limón finamente, sin parte blanca. Reservar. Exprimir su jugo y reservar. 

Para hacer la parte líquida, el "mojito":

En un mortero machacar las hojas de menta con la ralladura de lima/limón. Añadir el azúcar, el vasito de ron y el jugo de lima/limón, luego mezclar con suavidad.

Probar y rectificar de azúcar, teniendo en cuenta que la fruta ya es dulce.

Poner la fruta en la fuente o bol y verter el mojito sobre ella. Remover, añadir unas hojas de menta rotas por encima y servir en vasos o cuencos individuales. Buen verano!



miércoles, 12 de junio de 2024

Frikadeller

Si quieres hacer las populares albóndigas danesas (Frikadeller) de la forma más jugosa y sencilla, sigue esta receta!!



Esta es la segunda receta inspirada en nuestra reciente visita a Copenhague, la primera fue un popular Mini Smørrebrød de salmón marinado y perlas de arenque Moluga

Hoy os presentamos las famosas frikadeller danesas, un auténtico clásico. Son albóndigas de carne picada fritas en sartén, se suelen servir como plato principal, acompañadas de una salsa o como aperitivo en fiestas y reuniones. 

Un poco de historia ya que se desconoce el origen del plato. El término frikadelle es alemán, pero el plato está asociado con las culturas culinarias alemana, nórdica y polaca. Hay varias variantes locales de frikadelle en toda Escandinavia, tanto como plato principal o como guarnición. En Suecia, la palabra frikadeller se refiere a las albóndigas hervidas, no fritas.

El origen de la palabra también es incierto. Frikadelle (pl. Frikadellen) se puede encontrar a finales del siglo XVII en alemán y está relacionado con el francés fricandeau y el latín frīgere ('asar'). 

En Dinamarca, tradicionalmente, se elaboran con carne picada de ternera, cerdo o una mezcla de dos de estas carnes; cebollas picadas, huevos, leche o agua, pan rallado (o avena o harina), sal, y pimienta. Se freían en grasa de cerdo o de res, actualmente en mantequilla, margarina o aceite vegetal. Otra variación popular es el fiskefrikadeller que reemplaza la carne por bacalao, a veces bacalao y salmón como ingrediente principal y, a menudo, se sirve con salsa nórdica.

Los frikadeller también se comen con pan de centeno (rugbrød) con col lombarda o rodajas de pepinillos como un smørrebrød tradicional danés. La combinación con ensalada fría de patata es muy popular en picnics o comidas compartidas, debido a la facilidad de transportar cualquiera de los componentes después de cocinarlos.

Y como dato curioso en Dinamarca son tan populares que incluso tienen su propio día nacional, el 1 de junio. En algunas regiones se les añade un ingrediente sorpresa en el centro, como un trozo de queso o una aceituna, para hacerlas aún más deliciosas.


Ingredientes
500 gr. carne picada (50% ternera y 50% cerdo)
1 huevo M/L entero
1 cebolleta mediana (aprox. 200 gr.)
1/4 de vaso de leche
2 cucharadas de harina para todo uso
Nuez moscada
Sal y pimienta
Mantequilla
Para acompañar:
Patatas cocidas
Remolacha cocida



Elaboración:

Picar muy finamente la cebolla.

Colocar la carne picada en un bol. Agregar la sal, la pimenta y la nuez moscada.  Mezclar bien. 

A continuación añadir todos los ingredientes, empezar por la harina y seguir con la cebolla, el huevo. y por último la leche, poco a poco para no pasarnos de humedad. Revolver bien hasta que la mezcla esté esponjosa y suave. Hay que tener en cuenta que tiene que ser una masa blanda para que al freír queden jugosas. Refrigerar unos 30 minutos para que se asiente y sea más fácil de manipular al formar las bolas.

Calentar una sartén a fuego medio. Agregar la mantequilla. Para formar las albóndigas, se puede usar una cuchara mojada en agua caliente o bien directamente mojar la mano en agua y coger porciones para redondear con ambas manos.
El tamaño es al gusto del comensal pero las frikadeller que suelen servir en los restaurantes daneses son de tamaño medio/grande y un poco achatadas.  

Freír a fuego medio para que se cocinen por dentro, dándoles vuelta hasta que adquieran un color dorado por ambos lados.

Se sirven calientes y llevan diversos acompañamientos, lo más popular es ver a su lado patatas cocidas, pepino encurtido, remolacha, etc. 
Las salsas son de todo tipo, desde mermeladas de arándanos, de ruibarbo, frutos rojos, etc. pasando por la clásica salsa nórdica, crema agria, etc, etc. Totalmente al gusto del consumidor.  


 

miércoles, 5 de junio de 2024

Huevos rellenos de bonito

Huevos rellenos de bonito, la receta de  la abuela! 




 
Huevos rellenos, desde la antigua Roma a tu hogar. 

Los populares huevos rellenos que conocemos hoy vienen de muy antiguo, se remontan como mínimo a la Roma Imperial, donde los huevos duros se condimentaban con salsas picantes y se servían como entrante. 

Sabemos también que, ya en el siglo XIII, eran un plato muy popular en Al-Ándalus, cocidos y rellenados con su propia yema y especias. 

Actualmente están presentes en múltiples países a lo largo del planeta, recibiendo distintas denominaciones según  países o ingredientes, huevos a la rusa, huevos mimosa, huevos endiablados, etc. Mil y una formas que englobamos en el concepto huevos rellenos.

Hablando de antigüedad, esta receta refleja la forma hogareña, tradicional, de prepararlos en nuestra infancia. Un relleno sencillo pero absolutamente delicioso. 


 
Ingredientes para 2 personas
3 huevos ecológicos o camperos
2 latas de 65 gr. de  bonito del norte en aceite de oliva 
(en este caso de Conservas Zallo)
Mahonesa casera o de bote, al gusto
 Olivas rellenas de anchoa
Sal
Pimienta negra
1 cogollo de lechuga y pepino encurtido para decorar




Elaboración:

Primero hay que cocer los huevos. Ponerlos en un cazo y cubrir con agua. Llevar a ebullición y en cuanto rompa a hervir contar 10 minutos. Pasado ese tiempo sacar los huevos del agua hirviendo y pasarlos a un recipiente con agua fría para cortar la cocción. Esta operación ayuda a que resulten más fáciles de pelar.  

Cortar las aceitunas rellenas en rodajas y reservar. Escurrir y desmigar el bonito reservando 6 trocitos para decorar al final el huevo relleno.
 
Una vez se hayan enfriado los huevos, pelar retirando la cáscara totalmente y cortarlos a lo largo. 

Separar con cuidado las yemas de las claras. Pasar las claras a una bandeja y colocar las yemas en un bol. Agregar el bonito desmigado, mahonesa al gusto y una pizca de sal y pimienta. 

Mezclar machacando todo con un tenedor hasta obtener una mezcla homogénea. La cantidad de mahonesa es la que hará que la mezcla sea más fluida o espesa. 

A continuación y con la ayuda de una cuchara vamos rellenando las claras con la mezcla del bol.

Para presentar el plato colocar una hoja de cogollo de lechuga, previamente lavada, por cada mitad de huevo. Aliñarla con un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.

Sobre cada hoja de lechuga, 3 por plato, poner el medio huevo ya relleno. Encima de cada uno añadir una cucharadita de mahonesa, el trocito de bonito reservado y rodajas de aceituna rellena. Acompañar con pepino encurtido y más rodajas de aceitunas rellenas.